Te quiero una puta barbaridad.
Porque no sé querer de otra forma.
Porque no se puede querer de otra forma.
Todo lo que no sea el máximo se queda en nada.
Y hoy, escribo mi carta definitiva.
La declaración de amor absoluta, decisiva, concluyente.
Te quiero una puta barbaridad.
Y hoy, hoy soy breve,
porque no hay mejores palabras de amor que las que se sienten,
las que te arañan el alma y te hacen sangrar.
Sangrar amor.
Termino diciéndote lo único que te puedo decir,
que te quiero una puta barbaridad.
Y, con estas palabras, que sangran,